La música
cubana es la expresión de los ritmos y melodías traídos a la Isla
especialmente por los colonizadores españoles y por los africanos esclavos procedentes de África. También, en menor medida, hay una cierta influencia asiática,
que puede notarse en el uso de la corneta china en la conga de los carnavales, un hecho que comenzó con la
llegada de los primeros inmigrantes chinos a la isla. A partir
de 1848 llegaron numerosos culíes chinos a Cuba y para 1874, cuando se prohibió la
contratación de trabajadores agrícolas de China, había en Cuba
132 435 culíes.
Cuba desarrolló una amplia gama de estilos
musicales acriollados, basada en sus orígenes culturales europeos y africanos.
Desde el siglo XIX, la música cubana ha sido enormemente popular e influyente,
constituyéndose en una de las formas más populares de música en el mundo, sobre
todo después de la introducción de la tecnología de grabación.
Grabado antiguo de la Habana colonial. Ámsterdam,
siglo XVII.
La música de Cuba, incluyendo los instrumentos y
las danzas, es en su mayor parte de origen europeo (español) y africano. La
mayoría de las formas actuales son fusiones y mezclas de estas dos fuentes.
Casi nada queda de las tradiciones indígenas originales.2
Grandes cantidades de esclavos africanos y de
inmigrantes europeos (principalmente españoles) vinieron a Cuba y trajeron sus
propias formas de música a la isla. Esas danzas y músicas populares europeas
incluían formas españolas como el zapateo, el fandango, el pasodoble y el recambio. Más tarde, otras
formas de Europa como la gavota, el minué, la contradanza, el vals
y la mazurca aparecieron entre los blancos urbanos. También hubo
una importante inmigración de obreros chinos en el siglo XIX.